Monday, July 26, 2021

No Más Moncada.

 

Resulta esperpéntico que uno de los hechos más luctuosos y sanguinarios de la historia de Cuba se haya convertido en fiesta pachanguera. La repetición de la mentira, verdades escamoteadas o borradas de la conciencia a base de martillarse una fábula heróica han creado en el imaginario popular, y no sólo en el cubano, la idea de una gran gesta que no fue más que una acción de propaganda, de exaltación egocéntrica del gánster estudiantil Fidel Castro, quien fracasó en liderar cualquier grupo de “tiratiros” que pululaban en aquellos tiempos por la Universidad de La Habana, fracasó en obtener un liderazgo oficial dentro de la alta casa de estudios, y quien, a afectos del golpe de Estado de Batista, fracasó en obtener posiblemente un curul por el Partido Ortodoxo en las elecciones de junio del 52. Batista le sobrevino con su arribazón militar tres meses antes. Castro, ávido de gloria y carente de fundamento democrático, buscaba en el poder (y de ser posible, supremo y perpetuo), la canalización de una personalida psicosociopática que para nada está reñida con el intelecto. Sin embargo, su histrionismo de “político sin plataforma y abogado sin cliente” lo llevaría a copiar sucesos históricos, como la Marcha de las Antorchas de Mussolini, el J’Accuse de Emile Zola, el putsch de Munich y la plataforma política Mein Kampf de Hitler e, incluso, el alegato final que éste pronunció en el el juicio por el putsch, que decía : “...podéis pronunciarnos culpables miles de veces, pero la Diosa que preside el Tribunal Eterno de la Historia con una sonrisa hará trizas la acusación de la fiscalia y el veredicto de este tribunal. Por lo que ella nos absuelve” 

Fidel Castro necesitaba la ocasión perfecta para derivarse en opción viable contra el gobierno golpista de Batista y así añadirse adeptos por conveniencia o por convicción y quienes, como escribiría ya luego en prisión, serían aplastados como cucarachas en un futuro gobierno.  No cabe aquí analizar el golpe, sino tocar de pasada  una de sus graves consecuencias: el ataque al Cuartel Moncada. La opción de un golpe militar, alzamiento, o como se quiera llamar, estaba en boca de todos los que sentían algún descontento. El profesor de filosofía de la Universidad de La Habana  Rafael García-Bárcenas sería arrestado a principios de abril de 1953 junto a cuarenta y tantos acólitos por intentar apoderse del Campamento de Columbia (hoy Ciudad Libertad), plan que lo sabía “hasta el gato” y a pesar de que Castro, en un encuentro con Bárcenas días antes, aparte de negarse a integrar su grupo, le aconsejó...discreción!. Una vez reforzada la guarnición de Columbia, Castro pretende algo en Pinar del Rio pero la cercanía con La Habana le hace cambiar de parecer y escoge al Cuarte Moncada. Necesitaba un golpe de efecto donde la sangre corriera, cualquiera menos la suya. Para ello recluta a unas 160 personas, la gran mayoría de Pinar del Río y La Habana, muchas de estratos bajos de la sociedad, desempleadas o fáciles de manipular. Se compraron armas y se entrenó al personal (en realidad, no a todos) en la mayor discreción; incluso, algunos de los participantes sólo vieron a Castro una vez antes de estar reunidos en la granja Siboney, en Santiago de Cuba. Para el ataque, Castro había previsto arroparse con uniformes militares y así aprovechar la confusión.

El ambiente nacional estaba muy caldeado políticamente. En junio 2 se habia firmado el llamado Pacto de Montreal, y se manejaba por varios grupos políticos una insurreción y/o invasión para derribar a Batista. Se dan instrucciones por parte del gobierno de reforzar todas las guarniciones del país e incluso el periódico Tiempo, de Rolando Mansferrer, comentó el citado dia  que se esperaba para mediados de julio una intentona anti-Batista. Castro no estaba ajeno a éstas noticias y veía languidecer sus espectativas de figurar en la historia si no acometía con prontitud su macabro plan. Para el 24 de julio, Castro se reúne con algunos jefes de las células conspirativas en La Habana y les comunica que se desplazarían a Santiago de Cuba, sin detallar el plan final. Algunos creían, como Juan Almeida, que era como “unas vacaciones a los carnavales de Santiago como recompensa a los agotadores entrenamientos”. La sorpresa alcanzó incluso a Raúl Castro, a quien su hermano no había hecho partícipe de nada y por carambola iría a Santiago en tren, a pedido de su amigo Jose Luis Tassende y para ayudar con tres maletas pesadas que Mario Chánes de Armas debía trasladar y cuyo contacto no llegó para  acompañarle. Ya en marcha, Raúl es informado por Tassende de la operación, y según sus propias palabras, “se le paralizó el estómago, perdió el apetito y empezó a preocuparse mucho, pues conocía lo difícil del objetivo, por haber estudiado en la ciudad por varios años”. 

El cuartel Moncada se refuerza el dia 25 de julio, previendo un ataque sorpresa por elementos vestidos de atuendos carnavalescos. Ya tarde en la noche casi todos los futuros asaltantes se encontraban reunidos en la granja Siboney y quedaron casi todos despiertos durante las siguientes horas, ya por el excesivo calor, ya por la tensión del momento. Castro seguía ultimando su plan, saliendo de madrugada a encontrarse con Luis Conte Agüero para que arengara al pueblo al levantamiento por la radio, pero Conte estaba en La Habana. De vuelta a la granja, a eso de las cuatro de la madrugada del día 26, Castro ordena ponerse listos e informa de los planes de entrar al Moncada “posiblemente sin disparar un tiro, porque sería por sorpresa”. Muchos se sorprendieron, asi también el pánico corrió cuando ninguno recibió más de 20 balas para disparar, ya sea fusiles viejos o pistolas. Otros iban a disparar por primera vez. El líder, con su verborrea recurrente, aplacaba los ánimos diciendo que contaba con apoyo aéreo desde Camaguey, que la Marina eventualmente se sumaría a la insurrección, así como el pueblo de Santiago, todo Oriente y acabarían con Batista y que las armas sería cuestión de minutos, el entrar al Moncada y tomarlas. Pero no todos confiaban y algunos se negaron a tomar acción. A las cinco se empieza la salida de la granja rumbo a Santiago, para atacar el Moncada, ocupar el Hospital Civil y el Palacio de Justicia.
 


Casualmente, no todos llegan a su destino. Montané Oropesa se queda rezagado porque pincha una rueda, el grupo de Tizol “se pierde” a pesar de que éste conocía bien la ciudad y fue el encargado de rentar la granja Siboney. El ataque se produce pero el factor sorpresa se disuelve desde el mismísimo principio. El grupo de Renato Guitart, que logró entrar, se perdió en su búsqueda de la armería y fueron ultimados. Castro, al verse en medio de fuego intenso, ordena la retirada. Su hermano, que estaba en el Palacio de Justicia, no dispara ni un tiro y tambien sale huyendo. En medio de la confusión se disparan entre ellos, resultando algunos heridos. Todo duró 20 minutos. A los que fueron hechos prisioneros en ese momento, se les ejecutó dentro del cuartel por orden de Río Chaviano. Sin embargo, ha sido una fábula el tema de las torturas. Ningún cuerpo apreció señales de este tipo. De hecho, no se han presentado ni fotos ni documentos que avalen esta teoría a través de todos estos años.  

Lo demás es historia. Una historia troceada, mitificada y más manoseada quea una puta barriobajera. Alrededor de un tercio de los asaltantes luegon pasarían a disentir de Castro, pasando por sus cárceles o huyendo al exilio. Se magnificó al personaje por parte de los políticos abyectos de turno que creyeron poder utilizarle, por la prensa y por todos los que en el mundo veían con romanticismo a este “insurrecto bananero”. Todos menos los comunistas, quienes tenían directrices de Moscú de entrar en política por la via democrática y que rechazaron tajantemente el suceso. Aquí nace la historiografía horrenda de un hombre, que sin tampoco disparar un tiro, lleva a la muerte con mentiras y por convencimiento a decenas de jóvenes, en una ciudad que les era ajena, en un plan que les fue escondido hasta el último momento. Ha sido tan pérfida la megalomanía que apenas se reconoce por la historia oficial que, mientras el cuartel Moncada era atacado, otro grupo hacía lo mismo con el cuartel de Bayamo. 

Castro, acompañado de un periodista, su hijo Fidelito, su esposa Marta y su hermano Raúl.
Luego vendría el fraude del juicio aparte a Fidel Castro, su supuesta defensa recogida posteriormente en un libro y su “horrorosa prisión” en Isla de Pinos, vistiendo con traje, comiendo de todo y leyendo lo que le daba la gana. Pocos meses después sería amnistiado por Batista.  

Patético que una fecha tan triste, que llenó de luto tantos hogares, se le recuerda con alegría y con exaltación al traidor y embustero barbudo. Engañó a esos hombres hace casi 70 años y lo siguió  haciendo, a todo el mundo, toda su vida. De aquel “fuego revolucionario” salió las cenizas que hoy enlodan a Cuba. No hay más milagro que sacudirse, al precio que sea necesario y por los medios que sean menester, o arrastrar la pesada losa de la cobardía, encofrado perfecto en el que se edifican las dictaduras.  

NB - Originalmente publicado como una nota en Facebook el 26 de julio de 2013, corregida y actualizada para este blog.

Friday, July 2, 2021

Roswell.

  Corría el año 1947 y tal día como hoy aconteció un suceso que aunque por años pasó inadvertido para muchos, incluso para los fanáticos de la vida extraterrestre y los teóricos de las conspiraciones, daría forma a uno de los mitos mayormente conocidos: el caso de los alienígenas de Roswell.

Investigaciones posteriores han dado a la luz miles de historias distintas, pero por desgracia, el paso del tiempo ha dado más sombra que luz al hecho. Se ha hablado desde operaciones militares encubiertas hasta el hecho real de ser seres ajenos a nuestro planeta que se estrellaron en esta área y cuyos cuerpos y partes de los aparatos se encuentran en la secretísima base militar conocida como Area 51.

¿Qué hay de cierto?. Que hubo un incidente mantenido en secreto por muchos años producto del hermetismo provocado por la Guerra Fría. Esto dio rienda suelta a la imaginaria popular y muchos han hecho dinero con el tema, incluso el poblado de Roswell, con algo de injusticia, pues el incidente en realidad pasó mas cerca de Corona (menos de la mitad de distancia) que de Roswell, sin contar que fueron los vecinos de Corona los primeros en enterarse del incidente cuando un ranchero les dio aviso de lo que había visto, antes de trasladarse a Roswell y dar parte a las autoridades.

 Hace unos diez años saltó al conocimiento público una teoría de que fue una maniobra del dictador soviético Stalin en colaboración con el médico nazi Menguele para crear una situación de pánico en EEUU usando naves con aspecto extraterrenal pilotadas o conteniendo personas de apenas tres pies (menos de un metro) de estatura y ojos prominentemente exagerados. Para rematar, desde hace poco agencias del gobierno norteamericano han entretenido a la muchedumbre sobre la certeza de avistamientos de objetos no identificables y que podrían ser los deseados "hermanos interesterales". Un poco más de agua para esta sopa interminable.

Hemingway.


 

Sesenta años hace desde que el escritor Ernest Hemingway se pegase un tiro mortal en su casa de Idaho. Para muchos, un literato de gran valía. Sin embargo, creo que fue más famoso por su rocambolesca vida que por su mediocre obra literaria que le valió, increíblemente, un Nobel de Literatura en 1954. 

Consumado mujeriego, borracho y fabulador, ya es ampliamente documentado que nunca corrió delante de los toros, ni en Pamplona ni en ningún sitio, a pesar de que sí sentía pasión por las corridas. Tampoco fue ese activista corresponsal de guerra en España sino un cronista pasable, que disfrutó más la guerra como “turista” que como partidario del Bando Republicano (antifranquistas). 

Aquí radica uno de los episodios más oscuros de su vida. Su rompimiento con John Dos Passos, a quien acusó de cobarde por abandonar España a raíz del asesinato de un amigo en común, el intelectual comunista gallego José Robles, quien fue ejecutado por órdenes de Stalin, a pesar de ser un peón de los rusos en esta “guerra civil”. Al igual que Rafael Alberti, Hemingway llegó a tener idea de quiénes fueron los autores de este crimen, sin embargo, su lealtad al bando republicano apoyado por la izquierda internacional y directamente por la Rusia soviética, le hace mirar hacia el otro lado. 

Se fue a vivir a Cuba, en donde tenía la finca Vigía que usaba como refugio de invierno y la abandona, un año y medio después de la llegada de Castro al poder y un año antes de suicidarse. Se dice que el constante ataque a intereses americanos y sus ciudadanos, además de convertirse su casa en un lugar de peregrinación, fueron motivos supremos.

No sería el único que se suicidase de la familia.

Tuesday, June 29, 2021

Razas, ideologías y salud mental.


Es una táctica común de los bandos políticamente sobrecargados el acusar a los partidarios particulares de una ideología y equiparar ese culto acérrimo a la enfermedad mental. 

Un estudio hecho por Zack Goldberg, candidato a doctor en Ciencias Políticas, degranó los informes del nada sospechoso de ser conservador Centro de Investigaciones Pew (Pew Research Center) y encontró que los conservadores blancos tenían muchas menos probabilidades de ser diagnosticados con problemas de salud mental que aquellos que se identificaban como liberales o incluso como "muy liberales" de la misma raza. Es más, las mujeres blancas liberales se llevan el peor dato, incluso muy por encima de aquellas con igual ideología pero de diferente raza. De hecho, más del 50% de las mujeres blancas liberales menores de 30 años tienen o han tenido algún episodio de salud mental. 

 Entre los elementos a tener en cuenta, es destacable como los liberales concuerdan en sus fuentes de adquisición de información, muchas de ellas convertidas no en propiciadores de noticias y opiniones fundadas sino en centros de ataques, censuras y fake news (noticias falsas).

 El Dr. Lyle H. Rossiter Jr., un psiquiatra forense que ha tratado trastornos mentales durante más de 30 años, concuerda que el liberalismo blanco prospera supuestamente defendiendo a los "trabajadores", las "minorías", "el pequeño", las "mujeres" y las " desempleados ”, a quienes ven continuamente como“ agraviados, estafados, oprimidos, privados de derechos, explotados y victimizados ”con poca o ninguna agencia propia (una visión que a menudo muta en la infantilización y condescendencia de ciertos grupos dentro de una narrativa). Describe a los liberales como poseedores de "creencias y emociones sorprendentemente irracionales, los liberales modernos socavan implacablemente los principios más importantes sobre los que se fundaron nuestras libertades". Además los compara con "niños malcriados y enfadados", que se rebelan contra "las responsabilidades normales de la edad adulta y exigen que un gobierno paternal satisfaga sus necesidades desde la cuna hasta la tumba".

No es de extrañar las imágenes de manifestantes blancos de izquierda chillando como monos, en histerismo total, poseídos por los demonios de Marx o el Che y apelando a perretas infantiloides que muchas veces se tornan en violentas para llamar la atención, la mayoría de ellos desde la comodidad de una estabilidad económica, social o amamantados por entes superiores que los manejan como marionetas para el show político del momento.

Tuesday, May 11, 2021

Bibliocastía revolucionaria.

 

La idiotez, que es la gota de los reyes de la verdad suprema, es un mal contagioso que desinhibe al poseso y le crea una satisfacción orgásmica ante el ridículo. 
 
El miércoles pasado, durante una entrevista y frente a un auditorio a tenor de la Feria del Libro que se celebraba en Bogotá, Vargas Llosa fue interrumpido por un "iluminado" que le acusó de conspirar junto a Carlos Montaner (supongo que Carlos Alberto Montaner) y Alvaro Uribe para acabar con la revolución chaburriana de Venezuela. Para muestra de su convicción, rompió un libro del afamado escritor, ante los abucheos del público en general. El literato, con la calma que produce los años y conociendo como actúan los discefálicos sedientos de sus 15 minutos de fama, parafraseó al poeta Heinrich Heine y le disparó certero al pecho del biblicida: "Se comienza rompiendo libros y se termina matando gente". 
 
Y es que este gesto retrovolucionario del aquejado defensor de las libertades para unos pocos es el símbolo cabal de las dictaduras, el crear la censura, inventar enemigos y aborregar a las masas. Coincidentemente, esa misma tesis conspirativa es la que sostiene el señor Maduro cuando se refirió al asesinato de una de sus garrapatas políticas, un tal Otaiza. Sigue siendo grande Vargas Llosa y prosaicamente precámbrica la ideología de estos catetos pseudoilustrados, que liban conciencias, compran voluntades y aplastan a sus semejantes. A idiotez cantada, metralla de libertades.
 
(Publicado originalmente como una Nota en Facebook el 5 de mayo de 2014) 

Izquierdointelectaulidad nauseabunda.

 

Las ferias de libros suelen ser como los desfiles de moda, autores presentando o firmando obras y alguna que otra discusión o fuera de tono que edulcoran el ambiente, hasta cierto punto, meramente mercantilista. Fue así en Bogotá con Vargas Llosa y ahora, con ligero retraso, nos llega las declaraciones de Eduardo Galeano en Brasilia a tenor de su, posiblemente, obra más influyente:"Las Venas Abiertas de América Latina". Reconoce el autor que «no sería capaz de leerla de nuevo. Caería desmayado», «para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Mi físico no aguantaría. Sería ingresado en el hospital». También diría que, aunque no se arrepiente de haberla escrito (le supuso mucho dinero y fama, claro está), fue dada a la luz como una obra de economía política aunque sus conocimientos en ambas materias era pobre.

Venas Abiertas. ©Clara Barbieri
La izquierda se rasga las vestiduras; los amnésicos y teoníricos, devotos y chupaflautas claman a los marxianos. ¡Herejía!. Parecería una anécdota para rellenar diarios si no fuera porque este libro, junto a otros eméticos títulos como "La Guerra de Guerrillas", del infausto Che o "Para Leer al Pato Donald", de los enajenados Ariel Dorfman y Armand Mattelart, supuso una biblia, manual de culto, desde universidades hasta campos guerrilleros. Es posible que la culpa pese con los años, que el equivocarse de buena fe produjo efectos contrarios, muy onerosos para toda Latinoamérica, incluso vidas sacrificadas por ideales malditos, torcidos,  pero que siempre encuentran escondrijos en las mentes más perversas del político de turno, el prontoarribista, catetos coloridos y cerebros planiformes.

Realmente espero que Eduardo Hugues Galeano viva atormentado del daño que ha hecho a generaciones enteras o, al menos, que ayude a desmontar la falacia victimista de los pueblos al sur del Río Bravo, que los lleva siempre a escoger caudillos, usar la violencia y culpar a otros (EEUU) de sus males endémicos. De tontos útiles está el planeta plagado.


(Publicado originalmente como una Nota en Facebook el 11 de marzo de 2014)

Entrasale de Cuba.

 


De vuelta al ruedo, parece que el tema de los viajes desde y hacia Cuba está por ambos lados del Estrecho de la Florida. Obama, tratando de asegurarse el futuro voto de los cubanosamericanos; Castro, asegurándose más años en el poder. Y vienen a mí diciéndome: "ya esto de salir y entrar a Cuba normalmente está al caer". ¿Al caer?. Llevo más de 20 años sin ver La Habana, pesa sobre mí desde hace mucho una prohibición de entrada a Cuba, aunque no iría así me dejasen ahora mismo. Mis razones tengo y cansado estoy de darlas por lo que he resuelto tomar las palabras del Apóstol de la Independencia de Cuba José Martí, para ilustrar con claridad mi negativa de volver a poner un pie en la isla, de donde fui expulsado. Decía el poeta al respecto:

"Nos trajo aquí la guerra y aquí nos mantiene el aborrecimiento a la tiranía, tan arraigado en nosotros, tan esencial a nuestra naturaleza, que no podríamos arrancárnoslo sino con la carne viva.

¿A qué hemos de ir a allá cuando no es posible vivir con decoro ni parece aun llegada la hora de volver a morir?. ¿A que iríamos a Cuba?. ¿A oír chasquear el látigo en espaldas de hombres, en espaldas cubanas, y no volar aunque no haya más armas que ramas de árboles, a clavar en un tronco para ejemplo, la mano que nos castiga?

¿Ver el consorcio repugnante de los hijos de los héroes, de los mismos empequeñecidos en la impureza, y los vicios importados que ostentan, ante los que debieran vivir de espaldas a ellos, su prosperidad inmunda?

¿Saludar, pedir, sonreír, dar nuestra mano, ver a la caterva que florece sobre nuestra angustia, como las mariposas negras y amarillas que nacen del estiércol de los caminos?. ¿Ver un burócrata insolente que pasea su lujo, su carruaje, su dama, ante el pensador augusto que va a pie a su lado, sin tener de seguro dónde buscar en su propia tierra el pan para su casa?

¿Ver en el bochorno a los ilustres, en el desamparo a los honrados en complicidades vergonzosas al talento en compañía impura, a las mujeres sin los frutos de su suelo, al campesino, que tiene que ceder al soldado que mañana lo ha de perseguir, hasta el cultivo de sus propias cañas?

¿Ver a un pueblo entero, a nuestro pueblo en quien el juicio llega hoy a donde llegó ayer el valor, deshonrarse con la cobardía o el disimulo? Puñal es poco para decir lo que eso duele. ¿Ir, a tanta vergüenza? Otros pueden:   ¡¡NOSOTROS NO PODEMOS!!"

“Mientras un pueblo no tenga conquistados sus derechos, el hijo suyo que pisa en son de fiesta la casa de quienes se lo conculcan, es enemigo de su pueblo.”

¿Debo decir más?.

(Publicado originalmente como una Nota en Facebook el 11 de mayo de 2011)