Friday, July 26, 2019

La muerte del cardenal.


Otra aura tiñosa del clan de vividores del castrismo ha muerto en el marabusal caribeño. El Cardenal Jaime Ortega Alamino, como muchos de sus antecesores, supo moverse en las aguas albañales de la convivencia entre dos corrientes diametralmente opuestas, el comunismo y el cristianismo. Por supuesto, su servicio al primero le valió su jerarquía y permanencia.

A pesar de haber pasado por la UMAP, los tristementes célebres campos de concentración reeducativos fabricados por el temprano-castrismo para torcer voluntades a religiosos, "desviados sexuales", artistas, etc, luego de siete meses es liberado y le dejan seguir en su ruta clerical. Es en esta época donde se supone que haya sido reclutado por los tenebrosos servicios de la Seguridad del Estado (G-2) bajo el nombre de Agente Joe, ganándose el desafecto de muchísimos parroquianos y sacerdotes que conocían la historia.

Es posible que algunos devotos sin votos, con botas rotas y botarates encuentren alguna bondad en este personajillo grotesco. Lo cierto es que cumplió su misión de resbaladizo jabón para la imagen de la dictadura. Fue nombrado mediador para una supuesta negociación de liberación de presos políticos (que serían desterrados posteriormente) pero en realidad fue el títere de la obra montada en su momento.

Fiel a su sentimiento, muchas veces atacó a los que se oponían a la dictadura, llamó al exilio de Miami como "la gusanera" y negó la existencia de más presos políticos dentro de la isla, a pesar de que se le presentaron pruebas de los mismos.

Hasta nunca más, sotánico diablo!

Tuesday, July 16, 2019

Antiamericanismo militante.

El pasado viernes 12 de julio, en el centro de detención y procesamiento de inmigrantes de Aurora, Colorado, una manifestación en contra de ICE y la política del presidente Trump en restringir la entrada desordenada de extranjeros y la deportación de ilegales, subió de tono cuando algunos bandoleros arriaron la bandera americana que simbolizaba el Blue Lives Matter y la bandalizaron con un spray pintando "Abolish ICE", para luego izarla al revés, además de levantar la bandera mexicana.

Es importante recordar la dialéctica antigubernamental de muchos partidarios en la bancada demócrata que vociferan en contra de la existencia de ICE y han creado el ambiente propicio para que gente de otros países no solo invadan y queden en la placidez de sus actos, sino que impongan símbolos patrios extranjeros en un edificio federal.

Pocas veces desde la izquierda rancia se escuchan protestas en contra de actos de este tipo. La agenda anti-Trump conlleva en aceptar la violencia verbal y factual, el antiamericanismo  y la mentira a como dé lugar con tal de debilitar la imagen del presidente, no importa si por delante se llevan al país.

Monday, July 15, 2019

El Día R.

Como nos tiene habituado cierta pandilla en las redes, de vez en cuando se nos anima a una rebelión en Cuba y muchos de los que "achuchan" no pueden o no quieren entrar a la isla, por temores diversos, el peor, sufrir las consecuencias de actos que la dictadura los cataloga como subversivos o de traición.

Promover estos meneos sociales desde nuestro "cómodo exilio" es un arma de doble filo. Ya los cubanos, aunque sigamos con el mañido victimismo, saben muy bien lo que da ese desgobierno porque ellos lo sufren a diario. Creer que desde la cercana lejanía que nos impusieron vamos a dirigir cualquier maniobra dentro de Cuba es de una simpleza total. No hay probabilidad de enrutar una protesta masiva si el elemento humano indispensable no está en sintonía y hace muchos años, salvo contadísimas excepciones, que los cubanos viajan por una frecuencia de espera y pesimismo más que por el sueño de prosperidad a razón de sacrificios, esto es, rompiendo los moldes que les imponen desde el militarato castrista.

Socialmente hay dos maneras inequívocas en que los pueblos se rebelan. Conciencia plena del descalabro en que viven o sentirse a varios pasos de la muerte como sociedad. Sin embargo, hasta en estos supuestos encontramos los que jamás gritarán más alto que su estómago hambreado porque prefieren las cadenas de una marca conocida a los aires de libertad de una lucha que no quieren echar. Si a esto sumamos los supuestos disidentes devenidos en salvadores que medran en el lodazal buscando créditos y réditos a expensa de algunas palizas, los vividores y asaltantes de internet, plañideros y cocosecos que venden dramas y nalgas por recargas y patriotas por la FE (Familiares en el Extranjero), nos damos cuenta lo lejos que está Cuba de liberarse por manos de su propio pueblo.

Es imprescindible recordar las palabras del genial periodista Agustín Tamargo, en un artículo de la revista Bohemia, allá por 1956. Ya había comenzado la conjura para socavar el gobierno de Batista y se apeló a cualquier cosa para lograrlo. El final, ya lo sabemos. Pero lo dicho, aunque descolocado en su momento, es de poderosísima actualidad:
"El cubano ama mucho a su tierra pero no llega a concretar en forma militante ese cariño. Sabe que hay una cosa que es la música, otra que es el azúcar, otra que es el azul del cielo. Conoce la historia de la independencia, respeta a los veteranos, pone por todas partes -a veces donde no debe- retratos de Martí. Pero no se da cuenta que eso vienen a ser, visto con lógica social, la pura ornamentación del patriotismo. Hace falta una voluntad sin gestos, una acción sin palabrerías, que saque a Cuba de este pudridero y la convierta en la Nación que soñaron los fundadores."