Saturday, December 23, 2017

Jorge Ramos, activista-periodista de la izquierda caviar.

Uno de los grandes problemas de la izquierda caviar, esos millonarios por herencia o trabajo duro, es poder equilibrar lo que piensan con los hechos y estos con la realidad. Sienten un complejo botarático en tener bastante y se lanzan a despotricar sofismas y soflamas, se convierten en defensores de causas perdidas, alteran el medio y en medio de su alteración, llevan la confusión a las masas atiborradas de desencanto pero deseosas de cantos sirenaicos.

Un personaje de esos, siniestro donde los haya, de verbo torcido y mentidor de fondo, es el periodista mexicano naturalizado norteamericano Jorge Ramos. Su agenda propagandista, para alimentar su ego, fama y por supuesto, abultar su bolsillo, ha sido la cacareada defensa de los inmigrantes ilegales, haciendo creer que tienen tanto derecho como los que legalmente residen en EEUU. Entrevistas, programas repicando los mismos disparates, enervando a los cojos de oídos, esos que oyen de un solo lado, incapaces de buscar la verdad, ya sea por ideología, por vagos o por incapacidad (¡no leen o escriben en inglés y malamente en español!) y arreando a protestas que suelen tornarse violentas casi siempre. Durante la campaña presidencial de Donald Trump, este comunicador floripondiano montó su espectáculo, no por la importancia de su mensaje, sino para su proyección mediática como reconocido "antitrumpista", pues así ganaba más espacio en las huestes liberales y dividendos entre los mareados que les creen sus historietas.

Mansión de Jorge Ramos, en Cocoplum.  

Una de ellas, es de recordar, es su gran oposición al muro fronterizo entre México y EEUU. Aboga por la libre circulación, que si todos tienen derechos y ese bla bla bla que suena a música celestial pero es tierra firme no es más que ruido de tumultera. Pero, ¿cómo vive esa misma realidad el señor Jorge Ramos?. De la manera más desvergonzada posible, si a sus palabras nos remitimos. Este defensor de la libre circulación y nada de fronteras cerradas se compró, y vive con su joven novia María Chiquinquirá Delgado Diaz, una mansión en el exclusivísimo barrio de Cocoplum en Coral Gables, Miami, a un costo superior a los $3,000,000 en una zona con seguridad privada, muros, rodeada de canales, entradas restringidas y supervisadas a la barriada por una única calle y bien aislada de los comunes mortales que suele defender en sus arengas.

Cuando escuchen otra vez a Jorge Ramos pidiendo que no haya fronteras y que se circule libremente y no se detenga a nadie, debemos pedirle que primero podamos entrar a su barrio, a su casa y quedarnos el tiempo que querramos, sin que nadie nos cuestione o nos retenga y expulse. Que sea consecuente con lo que predica, aunque es mucho pedir a la izquierda dolarizada y cerebroenfermiza.

1 comment:

  1. "Haz lo que yo digo, no lo que yo hago" y es tambien cuando no denuncia el maltrato de las autoridades mexicanas a todo centroamericano e incluso cubano que es detectado como ilegal en su tierra. Seguramente pensara "es derecho de cada pais vigilar quien entra"... y por que no aca?
    Yo realmente no lo resisto.. es un tipo bastante desagradable que como periodista deja mucho que desear..

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