Todo lo que me viene a la cabeza, con ganas de gritarlo. Pero las buenas costumbres y una sociedad balbuceante me limitan. Eso, gritar, porque hay muchos oídos sordos y cerebros planos. Gritar para estremecer, no para convencer, porque no hay razón en los decibelios sino en el verbo diáfano y mordaz de un argumento.
Friday, November 17, 2017
Letras al viento: Extracto del poema fusionado Atrapado en la Red.
Precioso!!!
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