Tuesday, June 29, 2021

Razas, ideologías y salud mental.


Es una táctica común de los bandos políticamente sobrecargados el acusar a los partidarios particulares de una ideología y equiparar ese culto acérrimo a la enfermedad mental. 

Un estudio hecho por Zack Goldberg, candidato a doctor en Ciencias Políticas, degranó los informes del nada sospechoso de ser conservador Centro de Investigaciones Pew (Pew Research Center) y encontró que los conservadores blancos tenían muchas menos probabilidades de ser diagnosticados con problemas de salud mental que aquellos que se identificaban como liberales o incluso como "muy liberales" de la misma raza. Es más, las mujeres blancas liberales se llevan el peor dato, incluso muy por encima de aquellas con igual ideología pero de diferente raza. De hecho, más del 50% de las mujeres blancas liberales menores de 30 años tienen o han tenido algún episodio de salud mental. 

 Entre los elementos a tener en cuenta, es destacable como los liberales concuerdan en sus fuentes de adquisición de información, muchas de ellas convertidas no en propiciadores de noticias y opiniones fundadas sino en centros de ataques, censuras y fake news (noticias falsas).

 El Dr. Lyle H. Rossiter Jr., un psiquiatra forense que ha tratado trastornos mentales durante más de 30 años, concuerda que el liberalismo blanco prospera supuestamente defendiendo a los "trabajadores", las "minorías", "el pequeño", las "mujeres" y las " desempleados ”, a quienes ven continuamente como“ agraviados, estafados, oprimidos, privados de derechos, explotados y victimizados ”con poca o ninguna agencia propia (una visión que a menudo muta en la infantilización y condescendencia de ciertos grupos dentro de una narrativa). Describe a los liberales como poseedores de "creencias y emociones sorprendentemente irracionales, los liberales modernos socavan implacablemente los principios más importantes sobre los que se fundaron nuestras libertades". Además los compara con "niños malcriados y enfadados", que se rebelan contra "las responsabilidades normales de la edad adulta y exigen que un gobierno paternal satisfaga sus necesidades desde la cuna hasta la tumba".

No es de extrañar las imágenes de manifestantes blancos de izquierda chillando como monos, en histerismo total, poseídos por los demonios de Marx o el Che y apelando a perretas infantiloides que muchas veces se tornan en violentas para llamar la atención, la mayoría de ellos desde la comodidad de una estabilidad económica, social o amamantados por entes superiores que los manejan como marionetas para el show político del momento.