Han sido muchos años de chavismo-madurismo, castrismo-comunismo, ladrones, embaucadores y oportunismo. Parece que otra ventana se abre para Venezuela, vuelven a ponerse esperanzas en un alguien que quiere dar paz a todos. Pero sería deshonesto y hasta criminal no pensar en hacer verdadera justicia contra los asesinos, torturadores, cómplices y demás rastreros que han vivido de la desgracia venezolana. Si Maduro sale ileso del poder, si su camarilla queda inmune, si se proclama una amnistía o un borrón y cuenta nueva so pretexto de la concordia nacional, Venezuela comenzará un nuevo rumbo por viejas callejuelas, teñidas de sangre valerosa, de gritos de jóvenes que no están más, de enfermos que nunca pudieron recibir sus dosis, de familiares que lloran sin descanso. Nunca podrá haber verdadera libertad sin justicia.